La coloración de plásticos que entran en contacto con tus alimentos es una característica muy importante para la industria de los fabricantes de cubiertos desechables y para mantener la salud de quiénes la utilizan.
El término “Colorante” engloba todas las sustancias que confieren color a cualquier tipo de sustrato. Dentro de una clasificación más técnica existe una diferencia entre pigmentos y colorantes. Los pigmentos son colores inorgánicos y orgánicos insolubles; mientras que los colorantes son orgánicos y solubles en un medio de aplicación.
Los pigmentos y colorantes usados en el mercado pueden encontrarse en un documento publicado por la Sociedad Británica de Tintoreros y Coloristas en conjunto con la Asociación Americana de Coloristas Textiles; de acuerdo a su nombre genérico y estructura química.
A nivel internacional existen diferentes criterios y normas para regular que el uso de los pigmentos sea seguro. Y además pueda dar una buena presentación a los plásticos, sin afectar desde luego a ningún tipo de alimento en cuanto entra en contacto con él. Los criterios básicos para pigmentar éstos plásticos de grado alimenticio son:
El cumplimiento de los criterios de pureza es un factor importante para la seguridad del producto que ha sido pigmentado y que se encuentra en contacto con los alimentos. Esto se garantiza por los fabricantes de colorantes a través de pruebas regulares. La mayoría de los fabricantes de colorantes hacen listas de los colores comerciales probados que tienen disponibles para sus clientes y buscan de forma específica que éstos no tengan ningún tipo de metal pesado en su composición.
Este término técnico se refiere a la velocidad con la que las partículas de color puedan liberarse y migrar del objeto pigmentado en este caso del cubierto a tus alimentos. Dicha velocidad está condicionada de acuerdo con el tipo de alimento, la temperatura y el tiempo en que está en contacto con la comida, siendo muchos más delicado para los productos envasados y que se almacenan durante mucho tiempo antes de ser consumidos. En este caso, cada empresa deberá realizar las pruebas pertinentes para asegurar la salud de sus clientes.
Como los colorantes comerciales también pueden contener otros componentes además del colorante en sí mismo (a fin de optimizar las propiedades de su aplicación) se debe tener un respaldo que indique que no posee características tóxicas para sus consumidores. Por lo tanto, es importante que el proveedor y procesador de colorantes asegure la verificación de las listas positivas internacionales del colorante que utiliza.
En Foriba, utilizamos colorantes de grado alimenticio que por definición y para referencia de nuestros clientes, poseen características similares a los pigmentos para alimentos más comunes como refrescos y chicles. Estando certificados por el FDA y libres de plomo.
Además de que los cubiertos están diseñados para ser utilizados de forma breve y ser desechados, contando con características biodegradables propias para ser más amigables con el proceso de reincorporación de sus elementos químicos en el ambiente.