¿Has escuchado hablar del consumo local? Seguramente la respuesta es sí, y el tema es más complejo de lo que parecería. Para no ahondar en detalles, el consumo local refiere a una dinámica colaborativa para generar economías dentro de un perímetro determinado, favoreciendo así a los productores y a las personas que ahí viven. Aquí te contaremos algunos de los beneficios del consumo local.
Antes de entrar al tema, habrá que definir que el consumo local no sólo consiste en comprar en la tienda del vecino, sino que también implica la selección de lo que vamos a comprar. ¿Te has puesto a pensar de dónde proviene lo que consumes? Has de saber que pequeñas acciones hacen grandes cambios, y antes de comprar es importante pensar a quién beneficia tu compra, que te está aportando a ti, a tu comunidad y a tu país. Razones no faltan, aquí te damos algunas de peso:
- El consumo local opta por una economía equitativa. Al consumir productos originarios de tu país, o de pequeños productores activas la economía de tu comunidad y país e incrementas la calidad de vida de las personas que ahí viven puesto que, a mayor ingreso, mayor poder adquisitivo y mayor tránsito económico.
- Entre menos distancia, menor gasto energético. Una parte del recurso que se emplea en la producción de los consumibles, se destina al transporte de estos. Consumiendo productos que no requieren de recorrer grandes distancias se aminoran los problemas ambientales, puesto que se reduce el uso de combustibles, con esto matamos dos pájaros de un tiro, apoyamos a nuestro país y al bienestar de la madre tierra.
- El consumo local apoya a los pequeños productores. Comprando productos locales estás apoyando a los proyectos de personas emprendedoras pertenecientes a tu comunidad, además de que encontrarás productos menos procesados, más exclusivos y directamente del productor, por lo que los costos en ocasiones también son más bajos.
- Comprar en pequeño reafirma la cultura y las tradiciones. A través del consumo local podemos reivindicar nuestras raíces puesto que, incluso el suelo mismo del país en dónde vivimos, tiene especies permanentes que con el paso del tiempo también han definido los usos y costumbres de las comunidades, por ejemplo, la comida típica, los textiles y las artesanías que se hacen a partir de recursos naturales originarios del lugar.
- Generar mayor empatía y conocer a más personas. Parecería mentira, pero pasa, al comprar directamente a los pequeños productores, o al consumir productos de origen, estás contribuyendo al desarrollo económico de los grupos minoritarios que a diferencia de las grandes transnacionales, tienen nombre y rostro.
Podemos decir entonces que el consumo local beneficia al empleo, facilita el intercambio de bienes y servicios sin intermediarios, activa la economía y mejora la calidad de vida de las personas de un mismo territorio. Recuerda que el bienestar común también es el bienestar individual.
Ya tienes cinco buenas razones para que la próxima vez que adquieras un producto o servicio, te preguntes si con ello estás realizando una aportación a la economía de tu comunidad o país. En Grupo Foriba somos una empresa mexicana orgullosa de dar empleo a gente de nuestro país, de consumir y producir productos mexicanos de alta calidad. ¡Que viva y crezca México!
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